domingo, 11 de octubre de 2009

Muy entretenidos pero mal informados II

Este modelo de información, que nuestros medios reproducen con una devoción sacramental, muestra una disparidad de criterios según a quien se les aplique ciertos calificativos, el modo de análisis, y las reflexiones que se pueden desprender de todo ello. La Real Academia de la Lengua nos informa que la palabra piquete puede significar: «Grupo poco numeroso de soldados que se emplea en diferentes servicios extraordinarios», y la palabra piquetero: «Muchacho que lleva de una parte a otra las piquetas a los trabajadores de las minas». Nos queda claro que la utilización periodística, que se impuso en el habla cotidiana, sólo puede ser aceptada por analogía. A pesar de ello adquirió un sentido claramente peyorativo que podía ser utilizado sólo con aquellas personas que debían reunir (caprichosamente) algunas características que es ocioso repetir por lo conocido por todos.
Entonces todo aquel grupo de personas que cortaran el tránsito de calles o rutas se convertirían en piqueteros siempre y cuando respondieran a esas caprichosas, pero no casuales, definiciones impuestas mediáticamente. Por ejemplo, si trabajadores o desocupados interrumpen el tránsito son piqueteros, en cambio si esto lo hacen personas pertenecientes a las clases privilegiadas (caceroleras de Barrio Norte, poseedores de extensiones de campo de importancia) se convierte en un reclamo justo de gente perjudicada por el Estado.
El periodista Ernesto Carmona, siguiendo se análisis sobre cómo se informa ejemplifica esto con el siguiente comentario: «En otro esfuerzo emblemático de engaño con "propaganda informativa", CNN en español envió a Luis Carlos Vélez a hacer un "publi-reportaje" sobre la guerrilla en Colombia, pero desde la óptica del gobierno de Álvaro Uribe. La "cobertura" de CNN no fue creíble ni imparcial, sino descarada propaganda de guerra a favor del gobierno y su concepto de qué es “la democracia”, muy alejada del mito de la imparcialidad que proclama la cadena de noticias para inyectarles credibilidad a las mentes de sus consumidores. Incluso, la "producción logística” de la “cobertura de Vélez", que hizo su trabajo camuflado e incrustado entre las tropas, estuvo a cargo del ejército colombiano, que proporcionó helicópteros, “acción en vivo” y hasta el vestuario del improvisado corresponsal, cuyo “reportaje” omitió aspectos claves de la realidad-real, como la acción impune de los paramilitares y el asesinato frecuente de la empobrecida población campesina forzada a abandonar su hábitat natural, en el mismo escenario de guerra visitado por el reportero-turista de CNN».
Sigue mostrando los modos de actuar de CNN: «CNN reporta las acciones militares del gobierno para aniquilar a la guerrilla, pero nunca menciona a los paramilitares ni su vínculo con el narcotráfico; entonces, ¿de qué equilibrio informativo hablan?", cuestionó José Dos Santos, director ejecutivo de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP), de la FELAP. Agregó que "CNN trabaja junto a otros grupos mediáticos de América Latina para socavar la credibilidad de los gobiernos progresistas en la región y perpetuar el dominio hegemónico de las oligarquías". Casualmente, el gobierno de Colombia es el principal avisador de todos los noticiarios de CNN en español, con espacios que muestran los paisajes paradisíacos de una nación bucólica y hermosa, tanto… que el único riesgo del visitante "es querer quedarse" a vivir para siempre en ese edén provisto de tiendas y mercados urbanos en que todo se puede comprar, desde vestuario a la moda a sofisticadas comidas de restaurante. Supuestamente, el joven Vélez está encargado de la sección de negocios de CNN en español en Atlanta y es presentador de Agenda Ejecutiva, un programa mensual que ensalza a los ejecutivos de grandes corporaciones que suelen viajar por negocios, pero ahora incursionó en la sección comercial de la cadena como protagonista directo de reportajes de propaganda abierta disfrazada como "noticia". Un engaño».
Entonces ¿cómo debemos entender? ¿se trata de periodismo, publicidad o negocios? ¿es muy diferente a lo que hacen en nuestro país?

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