miércoles, 28 de mayo de 2014

La democracia en peligro XVIII



A manera de síntesis de este estudio, analizaré un concepto clave, cuyo origen debemos ubicar en la década de los setenta: gobernabilidad. El conocido académico Luis Aguilera García[1] le ha dedicado al tema varias publicaciones; una de ellas es Gobernabilidad y gobernanza: cinco tesis a la luz del capitalismo neoliberal del siglo XXI. Allí, una descripción muy útil para introducirnos en este tema explica, en parte, algunos porqués de los riesgos que corre la democracia  en estos tiempos:
Existe coincidencia en la bibliografía al apuntar el origen de los estudios acerca de la gobernabilidad de los sistemas sociales adjudicándolos a la primera mitad de los 70 y el conocido Informe de la Comisión Trilateral. Este Informe fue publicado en 1975 teniendo como centro el tratamiento de la categoría referida. La convocatoria para la elaboración de este informe está motivada por las profundas convulsiones que venían apareciendo tanto en los centros del poder imperial como en su llamada periferia, lo cual surge como colofón de sucesos políticos, económicos y militares que mostraban la verdadera esencia del imperialismo mundial.
La mención de la Comisión Trilateral, tema ya analizado, nos da una buena aproximación al problema, puesto que la creación del concepto respondía a una preocupación que quedó analizada en páginas anteriores. El origen de la idea fue de David Rockefeller, presidente del Chase Manhattan Bank, y de Zbigniew Brzezinski, asesor del presidente James Cárter. Nos ofrece una clara señal respecto de los problemas que preocupaban a los “dueños del mundo”, representados por los 300 miembros vinculados a la Banca, los negocios, la vida empresarial, en general. El objetivo de la Comisión queda expresado en su presentación:
El propósito de la Comisión es construir y fortalecer la asociación entre las clases dirigentes de Norte América, Europa Occidental y Japón… La Comisión Trilateral como entidad privada es un intento para moldear la política pública y construir una estructura para la estabilidad internacional en las décadas venideras. (subrayados RVL)
El subrayado intenta resaltar la claridad de lo que se proponía esa institución internacional. El concepto de gobernabilidad debe entenderse, según los académicos, a través de una formulación neutra, despolitizada, que oculta los verdaderos propósitos, como «La capacidad de una sociedad para enfrentar positivamente los retos y oportunidades que se le plantean en un momento determinado». Es notable cómo los problemas políticos reales se transforman al entrar al círculo de los teóricos especializados. La propia Comisión lo define como la necesidad de «construir y fortalecer la asociación entre las clases dirigentes», lo cual expresa sin artilugios teóricos cuáles son sus verdaderos intereses.
Definido de este modo, cabe preguntarse: ¿por qué aparece como necesaria esa institución? Aguilera García ya ha  respondido: «por las profundas convulsiones que venían apareciendo tanto en los centros del poder imperial como en su llamada “periferia”». El mundo de los setenta había comenzado a sublevarse ante las garras imperiales. La investigadora chilena, Licenciada Mónica Alejandra Vargas Aguirre[2] define la razón de esta inestabilidad con estas palabras:
Desde los años 70 se ha pretendido ligar el concepto de democracia al de gobernabilidad, esto implica el predominio de una visión tecnocrática de la conducción política, es decir, se concibe un agente conductor de la sociedad pero que no se propone cambiarla. En esta concepción democrática liberal es la sociedad civil la que conduce el proceso, pero es una sociedad civil fuera del estado. Este juego democrático se ha convertido en una trampa, en la cual han caído la mayoría de los estados-nación. Reviste el peligro de que sea la misma sociedad civil que tome conciencia de la imposibilidad del cambio por la vía institucional y se arriesgue en una batalla contra el estado y la política.
Lo analizado en las páginas anteriores permite comprender que los poderes internacionales no están dispuestos a permitir ninguna alteración del esquema impuesto. Los intentos desestabilizadores con los que somete a los gobiernos díscolos (aquellos que pretenden ser independientes), ponen en grave riesgo a la democracia de los países de la periferia. Esto no debe despreciarse en la comprensión de los problemas actuales.


[1]Abogado y escribano público, Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de San Carlos de Guatemala, tiene una Maestría en Ciencias Políticas y ha cursado Estudios del Doctorado en Albert Ludwig University, Alemania.
[2] Licenciada en Sociología y Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Chile; Maestría en Asuntos Humanos y Medio Ambientales y Trabajadora Social por la Universidad de Valencia.

domingo, 25 de mayo de 2014

La democracia en peligro XVII



Nuestras ideas sobre lecturas de periódicos, novelas, películas nos han presentado un panorama estrictamente militar: operaciones de combatientes equipados en los últimos tiempos con mucha tecnología. Pero todo ello quedó muy atrás en las concepciones actuales de la guerra. Ahora es un concepto multidimensional que abarca un amplio espectro de modalidades, instrumentos, terrenos de operaciones, frente enemigos, muchas veces, difusos.
Nikolái Zlobin (1958), politólogo ruso, periodista e historiador, lleva más de 20 años viviendo y trabajando en los Estados Unidos. Después de una larga carrera en el mundo académico, emergió como comentarista líder en las relaciones ruso-estadounidenses. Actualmente, se desempeña como presidente del Centro sobre los Intereses Globales en Washington, DC. En junio de 2013, publica sobre este tema un artículo titulado Crece la importancia del poder blando en el mundo. En él, dice:
Pocos discutirán el hecho de que los estados soberanos van perdiendo poco a poco su capacidad de monopolizar la gestión de los procesos principales en sus propios territorios. La economía mundial es un fenómeno cada vez más global, interconectado y ramificado en el que es muy difícil, y en ocasiones imposible, establecer fronteras entre las distintas economías nacionales. Hace tiempo que los medios de comunicación han dejado de prestar atención a las fronteras entre estados y se han convertido en un sistema auténticamente global. Del mismo modo que se reduce el papel del estado tradicional y se erosiona el concepto de soberanía, la diplomacia clásica entre países empieza a ser cosa del pasado.
Este politólogo nos induce a tomar nota del estado en que ha devenido el viejo concepto de soberanía nacional para los pensadores del centro del mundo. Ellos devalúan el concepto de fronteras nacionales, puesto que piensan el mundo global como un territorio en disputa entre las potencias, por lo tanto, un campo de combate. Si bien el poder militar es el último recurso, ya hemos visto el variado equipamiento disponible para estos menesteres. Consideremos más.
Otro pensador del Norte, el geopolitólogo y profesor estadounidense, Joseph Samuel Nye, Jr. (1937), cofundador, junto con Robert Keohane, de la teoría del neoliberalismo en las relaciones internacionales. Fue también otro de los creadores de la teoría del “poder blando”. Su noción de "poder inteligente", que se hizo popular, le otorga al concepto un carácter más profesional e intelectual. Es también profesor de la Universidad de Harvard, en la que fue decano en la Kennedy School of Government (Escuela Kennedy de Gobierno). Analiza el concepto de poder:
El poder adopta muchas formas, y el poder blando no es debilidad. Es una forma de poder, y cometer el error de no incorporarlo a nuestra estrategia nacional es un grave error. ¿Qué es el poder blando? Es la habilidad de obtener lo que quieres a través de la atracción antes que a través de la coerción o de las recompensas. Surge del atractivo de la cultura de un país, de sus ideales políticos y de sus políticas. Los americanos —y otros— afrontan un desafío sin precedentes que proviene del lado oscuro de la globalización y de la privatización de la guerra que ha acompañado al desarrollo de las nuevas tecnologías. A medida que compartimos inteligencia y aptitudes con los demás, desarrollamos perspectivas y aproximaciones comunes que mejoran nuestra habilidad para lidiar con los nuevos desafíos. El poder fluye de esa atracción. Subestimar la importancia de la atracción como mera popularidad efímera es ignorar cuestiones clave de las nuevas teorías del liderazgo así como las nuevas realidades de la era de la información.
Sin embargo, si la atracción no tiene la capacidad atribuida, quedan los instrumentos de guerra para desgastar hasta derrocar a aquellos gobiernos que no entienden las ventajas de entrar en su área de influencia. En esos casos, los que no entendemos debemos pensar el concepto estratégico de golpe blando, aplicado a nuestro continente como el periodista y escritor argentino Luis Bruschtein nos propone:
Consiste en travestir a una minoría en mayoría, amplificar sus reclamos, crispar las controversias y enfrentamientos y desgastar a la verdadera mayoría que gobierna, hasta hacerla caer por medio de alguna farsa judicial como fue en Honduras, o parlamentarista, como en Paraguay o forzando una intervención extranjera como se pretende hacer en Venezuela.
La democracia que se enseña a través  de los manuales no registra todo esto. Sólo se mueve dentro de un marco ideal definido por la teoría, mientras en la realidad sucede todo lo visto.

miércoles, 21 de mayo de 2014

La democracia en peligro XVI



Gene Sharp publica en 1985 una obra titulada Cómo Hacer que Europa sea Inconquistable, cuya edición europea incluye un prefacio de George F. Kennan (1904-2005), diplomático, escritor y consejero gubernamental estadounidense, autor de la doctrina de la contención y figura clave de la Guerra Fría. En 1987, la asociación cuenta con subvenciones del Instituto de los Estados Unidos por la Paz (U.S. Institute for Peace) y organiza seminarios para adiestrar a los aliados en la defensa mediante la desobediencia civil ante un posible ocupante comunista. El general Georges Fricaud-Chagnaud, siguiendo esta nueva concepción, convertida en doctrina de guerra en la cátedra de Gene Sharp en Harvard, introduce el concepto de «disuasión civil» en la Fundación de Estudios de la Defensa Nacional.
Thierry Meyssan, en un artículo publicado el 10-2-2005, La Albert Einstein Institution: no violencia según la CIA, denunciaba el origen de esta doctrina:
Desconocido para el público, Gene Sharp elaboró una teoría sobre la no violencia como arma política. Por cuenta de la OTAN y más tarde de la CIA, formó a los líderes de los golpes de Estado suave de los últimos quince años. Desde los años 50, Gene Sharp estudió la teoría de la desobediencia civil de Henry D. Thoreau y Mohandas K. Gandhi. Para estos autores, la obediencia y la desobediencia son cuestiones morales o religiosas antes que políticas. Ambos oponen una ley superior a un orden civil. Sin embargo, la práctica de sus convicciones tuvo consecuencias políticas, de manera que lo que consideraban como un fin en sí puede ser percibido como un medio. La desobediencia civil puede ser considerada entonces como una técnica de acción política, incluso militar.
El profesor de Harvard había comenzado a pensar la posibilidad de una Europa invadida por el Ejército Rojo, pero la implosión de la Unión Soviética lo dejaba sin el enemigo, causa de sus investigaciones. A partir de los noventa, reformula su hipótesis con variantes, hasta que el ataque contra las Torres (11-9-2001) Gemelas le  ofrece un nuevo enemigo, definido por George W. Bush como el terrorismo fundamentalista islámico.
El periodista e investigador cubano Manuel E. Yepe, especializado en política internacional, profundo conocedor de la política y de la economía de Latinoamérica, encuentra el Manual de Capacitación de Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos en Guerra No Convencional (U.S. Army Special Forces Unconventional Warfare Training Manual), publicado en noviembre de 2010. Su lectura le permite una visión más clara de la política exterior estadounidense, lo que vuelca en una nota del 15-3-14:
En el capítulo I de este manual del ejército norteamericano se definen las actividades que les están orientadas al Comando de Operaciones Especiales de los Estados Unidos (USSOCOM), para promover movimientos de resistencia o de insurgencia llamadas a coaccionar, interrumpir o derrocar a un gobierno legítimo operando a través de fuerzas clandestinas, auxiliares y guerrilleras. En él se definen los conceptos de guerra generalizada, guerra de guerrillas, guerra limitada, insurgencia, movimientos de resistencia y subversión. Se fundamenta el papel de la guerra no convencional en la estrategia nacional de Estados Unidos y sobre la viabilidad del patrocinio norteamericano. El manual orienta crear condiciones que dividan o debiliten los mecanismos de organización de que disponga el gobierno que se pretende derrocar para mantener su control sobre la población civil y cómo organizar un núcleo mínimo de dirección de las actividades clandestinas de la resistencia.
El ciudadano de a pie, acostumbrado a pensar según la lógica de los medios internacionales, está preparado para entender la política, por un lado, y, por otro,  la guerra como un fenómeno excepcional, que se presenta en condiciones extremas poco habituales. Siguiendo el viejo principio militar enunciado por Carl Philipp von Clausewitz[1] (1780-1831): "La guerra es la continuación de la política, por otros medios", debemos aprender a no separar una cosa de otra, y pensar el profundo entramado que conectan ambas actividades. Sigamos leyendo las reflexiones de Manuel E. Yepe, sobre su lectura del manual citado:   
Esta Guerra sin Límites consiste en ataques contra todas las áreas de vulnerabilidad: Guerra Cultural, influenciando los puntos de vista culturales de la nación adversaria; Guerra de las Drogas, invadiendo a la nación adversaria con drogas ilegales; Guerra de la Ayuda Económica, empleando la dependencia a la ayuda financiera para controlar al adversario; Guerra Ambiental, destruyendo los recursos ambientales de la nación adversaria; Guerra Financiera, subvirtiendo o dominando el sistema bancario del adversario y su mercado de valores; Guerra Legal Internacional, subvirtiendo o dominando las políticas de las organizaciones internacionales o multinacionales; Guerra Mediática, manipulando los medios de prensa extranjeros; Guerra en Internet, mediante el dominio o destrucción de los sistemas informáticos transnacionales; Guerra Psicológica, dominando la percepción de las capacidades de la nación adversaria; Guerra de Recursos, controlando el acceso a los recursos naturales escasos o manipulando su valor en el mercado; Guerra de Contrabando, invadiendo el mercado del adversario con productos ilegales; Guerra Tecnológica, ganando ventaja en el control de tecnologías civiles y militares claves, y la Guerra Terrorista contra de la población civil.



[1] Militar prusiano, uno de los más influyentes historiadores y teóricos de la ciencia militar moderna. Es conocido principalmente por su tratado De la guerra.

domingo, 18 de mayo de 2014

La democracia en peligro XV



Hemos tenido la oportunidad de analizar y comprender los mecanismos, a veces tortuosos, mediante los cuales la elite financiera estadounidense dominante ha decidido cuáles son los caminos por donde avanzará ese país en el futuro próximo. Tales decisiones implican tomas de posición respecto de los modos y las políticas por implementarse en el gobierno de la cosa pública[1]; de allí, las consecuencias observables con una mirada crítica: la situación social, política, económica y cultural en la que se encuentra hoy.
Los resultados políticos de un país con destino imperial —como ellos lo han definido— tendrán necesariamente repercusiones dentro del espacio internacional en el cual reina su poder. El tipo de democracia formal, recortada por el poder de esa minoría (el 1% la define los occupy[2]), ya analizada anteriormente, intentará reproducir ese modelo para hacer más coherente y gobernable el mundo  influenciado por sus intereses geoestratégicos.
Deberemos, entonces, dirigir nuestra mirada hacia aquellos centros de decisión para averiguar quiénes son los gurúes, los think tank (‘tanques de pensamiento’); qué sostienen, para que podamos avanzar en la detección de los mecanismos con los cuales pretenden asegurar la su influencia en los países definidos como parte de su área de  intereses.
La redefinición del contexto político a partir de la década de los noventa: comienzo de la crisis generada por las políticas neoliberales; el desgaste de la figura del país del norte como gendarme del mundo; la aparición de poderes desafiantes (Rusia y China, entre otros) obligan a un replanteo de sus políticas. Las nuevas definiciones nos permitirán comprender por dónde circulan las nuevas políticas.  
El empate nuclear ha postergado cualquier intento de guerra atómica de resultados imprevisibles. El costo y los malos resultados de las incursiones en Irak, Afganistán y otros imponen retrasar el poder duro como recurso de última instancia. Aparece, entre algunos de sus mejores intelectuales, la iniciativa de un nuevo concepto: el poder blando. Comprenderlo abre una puerta para comenzar a ver la nueva cara del poder internacional. Con ese objetivo, apelaremos a las opiniones de investigadores que han dedicado a ello su actividad profesional y han denunciado esos manejos encubiertos.
¿Cómo se define este concepto? Stella Calloni, periodista y escritora argentina, Premio Latinoamericano de Periodismo José Martí, fue corresponsal de guerra en América Central y se especializó en política internacional. En un artículo publicado el 6 de octubre de 2012, en el que analiza la relación entre los Estados Unidos y América Latina, dice:
Golpe blando es el nuevo nombre que se utiliza en los Estados Unidos para mencionar las acciones desestabilizadoras utilizadas por el poder económico, con apoyo extranjero, y de los viejos elementos de las dictaduras militares y policiales. Ya no resulta imprescindible sacar las Fuerzas Armadas a la calle: se van minando lentamente las bases de un gobierno popular, cuando se ha logrado controlar la mayoría de los medios de comunicación.
El intelectual francés, investigador de la política exterior de los Estados Unidos, Thierry Meyssan, presidente fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace (Eje por la Paz), denuncia a uno de los creadores de la estrategia del poder blando. Se refiere a Gene Sharp, quien propone en 1983 el Programa sobre las Sanciones No Violentas en el Centro de Asuntos Internacionales de la Universidad de Harvard. Allí desarrolla sus investigaciones, en el marco de las ciencias sociales, sobre las posibilidades que ofrece la utilización de la desobediencia civil por parte de la población de Europa occidental, a partir de una  hipótesis de invasión de las tropas del Pacto de Varsovia (Unión Soviética y aliados). En la misma época, funda en Boston el Albert Einstein Institution con la doble misión de financiar sus investigaciones universitarias y de aplicar sus modelos a situaciones concretas.


[1] Se puede consultar, en la página www.ricardovicentelopez.com.ar, Crisis financiera del sistema capitalista y El control de la opinión pública.
[2] El movimiento Occupy es una organización de protesta contra la desigualdad social y económica. Su objetivo principal es lograr relaciones económicas y políticas menos verticales y jerárquicas, y distribuir mejor la riqueza. El Movimiento Occupy Wall Street es un movimiento social de protesta contra las corporaciones financieras.