Por lo que pudimos saber en la nota anterior estamos en mejores condiciones para saber cómo funciona la política en la gran democracia del norte. Hace un tiempo atrás yo comenté una información que daba cuenta de que en ambas cámaras de ese país no había nadie que no fuera millonario. La información decía sin mayores comentarios que al Capitolio sólo se llegaba si se poseía una fortuna considerable, se decía que había que pertenecer al Club de los Hombres Ricos para poder tener pretensiones electorales. Estos millonarios son hombres de negocios, lo que no parece estar allá divorciado de la política, más bien lo contrario, y en función de tales es natural que busquen dónde invertir sus fortunas para seguir progresando en la vida, como desearía cualquier humano normal. Ahora bien, si se tiene amigos en las empresas ligadas al Pentágono, que cuentan con la certeza del pago de sus ventas por cuanto su cliente es el Estado y depende de parte de esos funcionarios que se ordene prioritariamente atender a esos menesteres administrativos y, por otra parte, esas licitaciones se resuelven dentro de ese Club por lo que las utilidades no sólo están aseguradas sino que son muy jugosas, cabe preguntarse ¿no tienen razón cuando dirigen sus fortunas hacia esas empresas? ¿el dinero no debe dirigirse hacia sus mejores oportunidades de lucro? Entonces, debemos aceptar una verdad clara que no admite dudas: eso es el capitalismo por lo que no debe sorprendernos nada.
Sigamos leyendo: «Las compañías que tienen inversionistas en el Congreso recibieron más de 275,6 mil millones de dólares del gobierno en 2006. El valor mínimo de las inversiones personales de los miembros del congreso en empresas contratistas de Defensa aumentó 5% entre 2004 y 2006. El senador demócrata John Kerry y el representante republicano James Sensenbrenner, considerados los dos miembros más ricos del Congreso, estuvieron entre los legisladores que entre 2004 y 2006 obtuvieron mayores ganancias por sus inversiones en corporaciones contratistas del ministerio de Defensa: Sensenbrenner ganó por lo menos 3,2 millones de dólares y Kerry cosechó un mínimo de 2,6 millones. La mayoría de los miembros de los comités del Senado de Relaciones Exteriores y de Fuerzas Armadas son inversionistas importantes en las compañías de Defensa, aunque los participantes en otros comités relacionados con Defensa también tienen inversiones semejantes».
Pero, a veces nuestras mentes estrechas nos hacen pensar que los soldados sólo necesitan armas y municiones. Ellos son humanos y tienen necesidades varias que resolver. «Como las operaciones militares en Iraq y Afganistán se ampliaron y transformaron, también necesitaron bienes y servicios que se extendieron más allá de helicópteros, vehículos blindados y armas. Las corporaciones gigantes ajenas al sector de Defensa, tales como Pepsico, IBM, Microsoft y Johnson & Johnson, también recibieron contratos del Pentágono y todas constituyen inversiones bastante populares entre los miembros de ambas ramas del Congreso y el público en general. Un portavoz de Sensenbrenner, quien apoyó la política de la administración Bush en Iraq, dijo que las acciones del representante fueron heredadas de sus abuelos y que son manejadas casi enteramente por sus consejeros de inversión. Según un portavoz del senador Kerry, quien fue particularmente crítico de la estrategia y las políticas de la administración Bush en Iraq, el legislador es beneficiario de inversiones de confianza de su familia que él no controla». Todo lo cual no significa que cuando actúan como representantes del pueblo de los EEUU y votan no tengan presente sus intereses financieros. Eso no impide que, estando en campaña electoral, no se digan otras cosas en sus discursos y declaraciones periodísticas. Pero ya se sabe: una cosa es hablar y otra cosa es votar.
Como ya quedó dicho esto es el capitalismo. Ahora debemos agregar que en tiempos de globalización las prácticas, los métodos, los estilos de negocios y de la política se expanden por todas partes, entonces…
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