Desde 1970 en la India la producción de genéricos podía ser
comercializada en otros países pobres que, como en ese país, cuentan con una
proporción de gente muy vulnerable al SIDA, como es la mayoría de los países
del África subsahariana. En estas zonas se puede calcular una población
infectada que supera los cincuenta millones de personas. La falta de estos
medicamentos antirretrovirales produce una mortandad de más de tres millones de
personas por año.
Dice
la Dra. Teresa
Forcades i Vila: “La industria farmacéutica india de genéricos ha sido hasta el
momento fundamental para asegurar el acceso a los medicamentos a un porcentaje
ínfimo pero creciente de la población de los países pobres. Especialmente el
acceso a los medicamentos antirretrovirales necesarios para tratar la infección por
HIV. Gracias a esta libre competencia que eliminaba el sistema de patentes, el
precio del tratamiento se había reducido hasta el año 2004 de 1.500 a 150 dólares por
persona y por año. Además, dado que no tenían que respetarse las patentes que
obligaban a producir cada medicamento por separado, los laboratorios indios
podían combinar los tratamientos múltiples en una sola pastilla”.
Esta posibilidad de combinar
tres principios activos en una única pastilla posibilitó una baja de los costos
que abrió la posibilidad de acceso a millones de personas que, de otro modo,
hubieran encontrado una muerte segura en el corto plazo. Al mismo tiempo esta
industria ocupaba hasta 2003
a 500.000 personas en más de 20.000 empresas. Éstas
mediante trabajos a terceros incorporaba otros 2,5 millones de puestos de
trabajo. Pero este proceso de crecimiento industrial farmacéutico fue
fuertemente presionado por los laboratorios internacionales. La Organización Mundial
del Comercio hizo sentir todo su peso. Como resultado de ello el gobierno de la India derogó la ley de 1970
y aceptó la imposición de las patentes de los grandes laboratorios. Lo cual
produjo una decuplicación de los precios. A partir de 1995 la pequeña y mediana
industria medicinal de la India
soportó 8.926 demandas judiciales cuya consecuencia fue la pérdida de más de
7.000 patentes que ahora deberán afrontar el pago de las patentes
internacionales.
El laboratorio Pfizer es hoy
la mayor compañía farmacéutica, y uno de los conglomerados principales de los
EEUU en el mundo. Su poder logró doblegar al gobierno francés ante la amenaza
de retirarse de se país si persistía con sus demandas contra este laboratorio.
La “pretensión” del gobierno francés fue poner coto a los precios abusivos que
imponían en el mercado. Si un estado miembro de la Comunidad europea no
pudo (o no quiso) vencer a este monstruo de medicamentos las conclusiones
generales son obvias. La
Dra. Forcades i Vila nos informa de un aspecto notable: “En
el breve período que va del 2000 al 2003, casi la totalidad de las grandes
compañías farmacéuticas pasaron por los tribunales de EEUU, acusadas de
prácticas fraudulentas. Ocho de dichas empresas han sido condenadas a pagar más
de 2,2 billones de dólares de multa. En cuatro de estos casos las compañías
farmacéuticas implicadas –TAP Pharmaceutical, Abbot, AstraZeneca y Bayer- han
reconocido su responsabilidad por actuaciones criminales que han puesto en
peligro la salud y la vida de miles de personas”.
El pago de sumas
astronómicas, que asustan, no hace palidecer a estos laboratorios puesto que
recuperan con creces el riesgo corrido. Las mismas prácticas no son castigadas
en los países más débiles de los cuales pueden extraer ganancias
multimillonarias.
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