El miedo colectivo
presenta diversas aristas para analizarlo. Es un tema altamente complejo pero
que no debe ser apartado en un estudio como el presente. Ya quedó dicho que el
miedo tiene un aporte importante en la configuración de la sensación de inseguridad
social. También debemos recordar lo afirmado sobre los cambios sociales que ha
producido la sociedad industrial de masas. Este tipo de sentimiento agudiza la
sensibilidad y distorsiona la percepción de los riesgos reales. Esto se ha
prestado a una cierta manipulación. Pero comencemos por entender mejor cómo
funciona el miedo.
En un muy
interesante artículo reciente que lleva por título ¿Dónde guardamos nuestros temores cotidianos?, el Profesor de la
Universidad Ramon Llull (Barcelona), Jorge L. Tizón, Doctor en Medicina por la
Universidad de Barcelona, psicoanalista, psiquiatra y neurólogo, especializado
en atención primaria, sostiene:
El miedo se ha convertido en
uno de los sentimientos dominantes en la sociedad actual. Tanto el temor que
nace de las circunstancias colectivas (calamidades climatológicas, guerras o
crisis económicas galopantes) como el que surge de nuestro interior,
especialmente del cerebro (fobia, ansiedad, terror, angustia, pánico, incertidumbre). Además, la creciente
influencia de los medios de comunicación de masas sobre nuestra conducta provoca que los temores queden multiplicados y
nos aparezcan más terribles de lo que en realidad son.
Sus análisis van penetrando, de manera
rigurosa pero comprensible para el ciudadano
de a pie lector, la naturaleza y el poder del miedo. Su intención es
pedagógica. Sitúa cada uno de los temores en su contexto justo, ofreciendo un
modo de descubrir cómo aparecen nuestros miedos y trata de explicarnos cómo
manejarlos en nuestra vida cotidiana. El conocimiento, la detección de su
origen, y nuestra capacidad de control sobre ellos pueden hacerle perder vigor.
Se logra, en casos necesarios, atenuarlos o neutralizarlos por terapias y
enfoques basados en la inteligencia emocional. Con bisturí preciso, el doctor
Tizón describe y pone las bases para que cada persona pueda vivir sin miedo.
Es autor de un
libro, también de reciente publicación, El
poder del miedo, en el que se extiende en el tratamiento de este tema. Allí
reflexiona sobre algunos aspectos del tema que han ido apareciendo en estas
páginas: la creciente influencia de los medios de
comunicación en nuestra conducta. Gracias a ellos, dice «los temores se
multiplican y aparecen más terribles de lo que en realidad son». Ante la
sencilla pregunta: ¿Qué es el miedo?, responde:
Es una de las emociones
humanas más básicas, preprogramada desde el nacimiento. Como el resto de las
emociones, el miedo nos acompaña durante toda la vida, forma parte de nuestra
constitución y de nuestra dotación genética como especie. No podemos
eliminarlo, pero sí aprender a soportarlo o a enfrentarnos a él. Nadie
sobreviviría sin miedo. Estaría muerto.
Si no tuviéramos miedo a ser atropellados por un coche, o un autobús no
duraríamos en una gran ciudad. Hay un
tipo de miedo fundamental para preservar
al individuo y a la especie.
Avanza en sus
explicaciones sobre cuáles son las causas que originan el miedo:
Existen los miedos
específicos (o fundamentales) como el miedo a la oscuridad, a las alturas, o a
la soledad. Por otro lado, los miedos personales, que se desarrollan en el
ámbito de la familia y de los grupos
sociales, que, siendo la permanencia de los anteriores y presidido por el miedo
a tener miedo, pueden degenerar en patologías o fobias. Y por último, los que
tienen que ver con la cultura y la sociedad, como el miedo al terrorismo, a la
impopularidad, a pasar desapercibidos, a la dependencia, el paro, la pobreza,
la soledad, la caída de los sistemas de pensiones, sanitarios, de enseñanza.
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