Afrontemos ahora el problema que venimos analizando, desde otra óptica.
El término “paradigma” se origina en la palabra griega “parádeigma”, que, a su
vez, se divide en dos vocablos: pará = ‘junto’ y deīgma = ‘ejemplo, modelo, patrón’.
Originariamente, significa ‘patrón o modelo’. En Wikipedia, encontramos
esta definición:
En
términos generales, se puede definir al término paradigma como la forma de
visualizar e interpretar los múltiples conceptos, esquemas o modelos del
comportamiento en todas las etapas de la humanidad en lo psicológico y
filosófico, que influyen en el desarrollo de las diferentes sociedades
integradas e influenciadas por lo económico, intelectual, tecnológico, científico,
cultural, artístico y religioso que al ser aplicados pueden sufrir
modificaciones o evoluciones según las situaciones para el beneficio de todos.
El filósofo y científico Thomas Kuhn[1]
(1922-1996) publicó La estructura de las revoluciones científicas (1962), obra en la que otorgó al concepto “paradigma” un
significado más preciso, para referirse al conjunto de prácticas que definen
una disciplina científica durante un período específico. Las características
que exigía fueron: a.- lo que se debe observar y escrutar; b.- el tipo de
interrogantes que se supone hay que formular para hallar respuestas en relación
al objetivo; c.- cómo deben estructurarse estos interrogantes; y, d.- cómo deben interpretarse los resultados de la
investigación científica. Si bien este esquema está pensado para la actividad científica, podemos tomarlo para
comprender cómo se estructura nuestra capacidad de conocer y entender, en una
cultura como la occidental moderna, en la que la ciencia es un modelo de
acceso a la verdad.
La introducción nos sirve para ir al encuentro de
un intelectual, Rigoberto
Lanz[2]
(1945-2013),
que ha investigado el tema y ha escrito un texto en el cual aborda la
incidencia del paradigma en la formación del intelecto. Bajo el título El
arte de pensar sin paradigmas. La educación en el banquillo, analiza con profundidad este
problema:
¿Es posible "pensar sin paradigmas"?
¿Es posible "vivir sin paradigmas"? Tal vez este tipo de
interrogación pueda parecer un tanto retórica, pues la respuesta automática
debería ser "No". No, si se entiende paradigma como lo quiere
Edgar Morin[3]: "Todo
supuesto respecto de la vida misma". Si paradigmas son los supuestos
con los cuales pensamos, hablamos y nos comunicamos; si el lenguaje mismo es ya
un supuesto, entonces, obviamente no se puede ni vivir, ni pensar sin
paradigmas. Pero si paradigma no es solamente eso, como lo sugiere Morin,
entonces la pregunta es menos retórica. Y si ya nos situamos en este comienzo
del siglo XXI, unos de los rasgos más distintivos de la época que nos toca
vivir es que, en efecto, ciertos paradigmas ya no sirven para pensar, ciertos
paradigmas que nos acompañaron durante largas décadas, siglos incluso, ya no
están en condiciones de pensar el mundo, ya no sirven para explicar el mundo,
para guiar nuestras conductas en el mundo en que estamos.
Lanz nos desafía a discernir el
problema que representa la inadecuación de las estructuras de pensamiento a
través de las cuales nos relacionamos con la realidad cotidiana, social,
económica, política, cultural, etcétera, dentro de la etapa que nos toca vivir.
Las incongruencias que se nos cruzan en nuestras percepciones y reflexiones
cotidianas generan un espacio de incertezas que debemos tener en cuenta para no
quedar sumergidos en un mar de dudas que, a su vez, desestabiliza nuestra
relación con el entorno y con los otros.
Tener conciencia de que manejamos una concepción
del mundo que nos devuelve com
[1] Doctorado
en Filosofía y en Física Teórica por la Universidad de Harvard. Fue historiador
y filósofo de la ciencia estadounidense y profesor de esa universidad y de las
de Berkeley, Princeton y Massachusetts.
[2] Sociólogo
venezolano, magíster en Filosofía de la Ciencia y profesor titular de la
Universidad Central de Venezuela. Investigador, escritor, ensayista, académico,
fundador del Centro de Investigaciones Postdoctorales de la Facultad de Ciencias
Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela.
[3] Sociólogo
y antropólogo francés (1921). Estudioso de la crisis interna del individuo, ha
abordado la comprensión del «individuo sociológico», a través de lo que él
llama una «investigación multidimensional».
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