Las palabras del historiador británico Eric
Hobsbawm[1]
(1917-2012) encierran una cierta dosis de pesimismo que no comparto, con perdón
del gran maestro. Sin embargo encierran una enseñanza nada despreciable: el
saber que «la historia nos ha llevado hasta este punto», es un buen comienzo,
es la posibilidad de un diagnóstico certero, si le agregamos el saber los
porqués y los cómos. A lo que deberíamos agregar: asumir que la injusticia no
tiene por qué ser permanente. Todo ello nos abre un camino de reflexiones que
nos pueden ir acercando al tiempo de hacernos cargo de nuestras
responsabilidades para no sentirnos cómplices de los poderosos del mundo. Ese
podría ser el comienzo de la construcción de un camino hacia la superación de
esta etapa de decadencia y el inicio de la construcción de un mundo mejor.
Creo que estas citas últimas sirven como el comienzo de un final, necesariamente abierto, que obliga a
reflexionar individual y colectivamente los desafíos que esta época nos
propone. La primera de Albert Einstein[2]
(1879-1955):
No
pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis, es
la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis
trae progresos. La creatividad nace de la angustia, como el día nace de la
noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las
grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar
superado. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su
propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera
crisis, es la crisis de la incompetencia.
La segunda de
Edgardo Mocca[3]
(1952):
Hoy
está a la vista una disputa por la hegemonía. No una batalla de buenos contra
malos sino de dos ideas o, menos todavía, de dos intuiciones sobre hacia dónde
está yendo el mundo y hacia dónde tendría que ir nuestro país. No es una
filosofía acabada de la historia, ni una ideología con misiones históricas y
sujetos establecidos. Es la sensación de que el mundo del capitalismo realmente
existente está en agonía, es decir está en ese instante resolutorio en el que
un ser no puede sobrevivir sin transformarse profundamente. Es, también, la
sensación de que Argentina forma parte del más dinámico proceso regional de
cuestionamiento al neoliberalismo en el mundo actual; un proceso de afirmación
de soberanía popular en contra del poder corporativo, de reparación y
redistribución de recursos sociales, de afirmación del trabajo y la producción
por sobre la especulación financiera como fuente del bienestar y de restitución
de la verdad y la justicia sobre el pasado.
[1] Historiador marxista británico, considerado un «pensador clave de la
historia del siglo XX».
[2] Fue un físico alemán nacionalizado después suizo y estadounidense. Es
considerado como el científico más importante del siglo XX. En 1915 presentó la
teoría de la relatividad general, en la que reformuló por completo el concepto
de gravedad. Una de las consecuencias fue el surgimiento del estudio científico
del origen y la evolución del Universo por la física denominada cosmología.
[3] Politólogo, analista político, periodista y profesor de la Universidad
de Buenos Aires. Dirige la revista Umbrales
de América del Sur del Centro de Estudios Políticos, Económicos y Sociales.
Coordinador de la Red de Pensamiento Social sobre los Procesos de Integración.
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