Mucho se ha hablado sobre las crisis del
sistema capitalista, que ha merecido diversas maneras de analizarlas y de
diagnosticar, así como de recomendar medidas para salir de ellas. La
recurrencia de las crisis es un hecho que no permite maquillar el problema y
que impone un análisis profundo, hasta donde lo permita la complejidad del
tema. La costumbre de este blog es recurrir a personas de antecedentes acreditables
y de probada seriedad académica para que nos ayuden a pensar. En este caso
vamos a comenzar leyendo y comentando algunos párrafos de una entrevista que le
realizó el periodista Enric Llopis al Doctor en Sociología Andrés Piqueras[1],
coautor del libro “El Colapso de la civilización” editado por El Viejo Topo y
autor de “Movimientos sociales y capitalismo. Historia de una mutua influencia”
(Ed. Germania).
Sus afirmaciones se caracterizan por la
contundencia con la cual aborda los temas. Ante la pregunta por las
características de la crisis en curso, originada, o al menos detonada, por las
incobrables hipotecas estadounidenses, cuya burbuja estalló en el 2007 y que
todavía no ha encontrado solución, dice:
No
nos encontramos ante una crisis cíclica más, sino ante una crisis estructural y
civilizatoria, la de la civilización que surge a finales del siglo XVIII y
principios del XIX, y en la que estamos inmersos hoy. Esta crisis –económica,
social, cultural y ecológica- puede que no sea la final del capitalismo, pero
es evidente que el sistema capitalista
que resulte de esta crisis será diferente del que conocemos hasta ahora. Y hay
otra cuestión básica: cuanto más dure la fase declinante del capitalismo –que
ya ha comenzado-, más sufrimiento y más consecuencias negativas generará.
No recurre a las explicaciones coyunturales
habituales en los economistas de la city, cuya mirada se restringe a períodos
muy cortos de tiempo, dentro de los cuales es muy difícil ahondar en búsqueda
de sus causas más profundas. Enmarca el análisis dentro del período que
comienza en la Revolución industrial inglesa que abre el camino a un nuevo tipo
civilizatorio: el que se perfiló como un desarrollo acelerado de la Revolución
burguesa de siglos anteriores[2].
Por lo que entrelaza lo que habitualmente aparecen como procesos separados: lo
social, lo cultural, lo político y lo económico. No elude el problema de la
complejidad que presenta todo proceso histórico, puesto que es ese el modo de
encontrar explicaciones sólidas, que permitan pensar caminos de solución aunque
no se lo logre en el corto plazo.
Cuando nos cuesta trabajo encontrar alguna
explicación para entender la situación que está atravesando la Europa de hoy,
que no parece encontrar una salida con la aplicación de las, ya muy conocidas
por nosotros, recetas de los organismos internacionales: FMI, Banco Mundial[3],
debemos encontrar las razones en la miopía de esos análisis. Nos dice al
respecto:
La
crisis actual va mucho más allá. La austeridad y los recortes tienden a
reproducir las crisis cíclicas del sistema capitalista. Hay que tener en cuenta
que la crisis del capitalismo es estructural. Cuando un sistema o modo de
producción no puede generar el desarrollo de sus capacidades productivas –al
contrario, despliega cada vez más su potencial destructivo-, y ataca el nivel
de vida de la población en general, en ese momento deja de aportar a la
humanidad. Y entonces se hace cada vez menos reformable desde dentro. Es lo que
ocurre actualmente con el sistema económico capitalista.
Yo me atrevo a agregar, como aclaración
posible aunque esto no haya sido afirmado por nuestro profesor, que tal vez
sería conveniente hablar de capitalismo financiero para caracterizar el que hoy
domina el mundo. El capitalismo industrial anterior ya incubaba los problemas
que hoy emergen a la superficie, pero estos mostraron toda su virulencia a
partir de la década de los ochenta del siglo pasado. Sin embargo, esto no debe
ocultarnos que hoy enfrentamos una combinación de causas estructurales, nada
sencillas de estudiar.
[1] Doctorado por la Universitat de València. Profesor Titular de
Antropología Social y Sociología Social de la Universitat Jaume I (UJI) de
Castellón, Director por esa universidad del Curso Interuniversitario de
Cooperación y Desarrollo, de la Generalitat Valenciana, y miembro del
Observatorio Internacional de la Crisis y militante de Socialismo 21.
[2] Se puede consultar mi trabajo Los
orígenes del capitalismo moderno en la página
www.ricardovicentelopez.com.ar.
[3] En notas anteriores hemos podido leer a Joseph Stiglitz y sus análisis sobre este tema.
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