domingo, 4 de noviembre de 2012

¿Qué se dice de Argentina? La importancia de la opinión de los expertos II



Ahora vamos a leer lo que no se dice o se intenta ocultar. El periodista Javier Lewkowicz nos informa de la visita de uno de los economistas más prestigioso, con currículum vítae internacional, que vino a nuestro país invitado por la Facultad de Ciencias Económicas (UBA), Joseph Stiglitz (1943- ) que exhibe los siguientes antecedentes: es estadounidense, profesor en las Universidades de Yale, de Duke, de Stanford, de Oxford y de Princeton, actualmente es Profesor en la Universidad de Columbia. En 2000 Stiglitz fundó la Iniciativa para el diálogo político, un centro de estudios de desarrollo internacional con base en la Universidad de Columbia (EE. UU.), recibió el Premio Nobel de Economía (2001), y desde 2005 dirige el Instituto Brooks para la Pobreza Mundial de la Universidad de Mánchester. Pido perdón por tanto detalle, pero lo creo importante para saber de quién se trata. 
 
 Sus afirmaciones y declaraciones recibieron ahora poca atención de los medios concentrados, cuando años atrás en cambio se lo mostraba como un importante analista: «Los países de Europa no aprendieron de la Argentina. Y el resultado fue que para enfrentar la crisis aplicaron un conjunto de políticas que empeoraron las cosas rápidamente» afirmó el profesor. En una exposición en la Facultad, agregó lo que nos informa Lewkowicz:
Elogió el rumbo de política que adoptó el Gobierno desde 2003 y criticó la postura neoliberal que explica la crisis de la deuda en Europa a partir de un excesivo gasto público, que propone salvar a los bancos y deprimir la demanda agregada. Y dijo: “Esto lo sabía Néstor Kirchner, cuando en las Naciones Unidas sostuvo que los muertos no pagan las deudas. Hacía falta crecer para pagar”.
Para comprender más en detalle la exposición del profesor el periodista nos informa:
Stiglitz es profesor en la Universidad de Columbia y se enrola en la corriente de los nuevos keynesianos. Desde el punto de vista teórico, se distingue de las posturas más ortodoxas porque subraya los problemas derivados de  las imperfecciones del mercado y hace hincapié en la necesidad de la regulación estatal. Desde el estallido de la crisis de las hipotecas subprime y la creciente fragilidad en Europa, Stiglitz cobró protagonismo por criticar la salida que el neoliberalismo propone y se convirtió en un referente de la opción heterodoxa en el contexto actual. Elogia la dinámica de la economía argentina desde 2003, que salió de la crisis con políticas expansivas y logró trasladar a los acreedores parte del quebranto que generó la convertibilidad, a través de la reestructuración de la deuda.
El profesor agregó en su exposición:
Desde la década de 1980 ha habido más de cien crisis de deuda en todo el mundo. Pensábamos que los mercados funcionaban, pero lo cierto es que las ideas del Consenso de Washington estaban equivocadas. Esas recetas derivaron en serias crisis de deuda, con consecuencias brutales sobre las sociedades. En este tipo de crisis se tiende a criticar al que tomó prestado. Pero todos los préstamos tienen dos partes. El acreedor tiene tanta responsabilidad como el que toma prestado. Tal vez el acreedor es incluso más responsable, ya que el acreedor es el que tiene el conocimiento acerca de cuáles son los que pueden devolverle el dinero. (Subrayados RVL)
El Profesor comparó algunos de los problemas que atraviesan los países con situaciones comprometidas en Europa con la situación argentina en 2001/02:
Los países de Europa no están en una zona monetaria óptima. Son economías muy diferentes que procuran compartir una moneda. Con la unión monetaria, resignaron el mecanismo del tipo de cambio y la tasa de interés y no lo reemplazaron. Los problemas de deuda pública en los países de la periferia de Europa no fueron causados por un sobre-endeudamiento estatal. Lo que sucedió, en cambio, fue que, ante la crisis, los gobiernos se hicieron cargo de las deudas del sector privado, en especial los bancos. Los mismos dirigentes que culparon al gobierno fueron los que insistieron en que el Estado se hiciera cargo del problema de los privados. (Subrayados RVL)
Creo que va quedando claro por qué nuestros medios concentrados se hacen eco de lo que publica Le Monde e ignoran las opiniones de uno de los economistas más consultados de los últimos años por problemas derivados de la crisis financiera internacional.

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