Me he detenido en algunas consideraciones
sobre el concepto de felicidad para
ofrecer un marco de comprensión que facilite la lectura de la investigación que
estoy ofreciendo. Hemos podido apreciar las diversas concepciones que giran en
torno a ella. Más adelante volveré sobre este análisis encuadrado dentro de un
marco más abarcador que posibilite una mejor comprensión. Debo ahora abocarme
al primer concepto que propone el título, el
capitalismo, merece también un análisis detallado para evitar caer en la
confusión que provoca la cantidad de definiciones que circulan. Mi intención es
proponer un significado que debe tenerse presente en el contexto de este
trabajo. No hablo de una definición
verdadera, sino de una posible, entre otras muchas, que elijo para ser
utilizada en el desarrollo de este tema.
Para mantener el método que he utilizado,
comenzaré por una definición accesible que nos ofrece Wikipedia:
El capitalismo es un orden o
sistema social y económico que deriva del usufructo
de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción,
que se encuentra mayormente constituido por relaciones empresariales vinculadas
a las actividades de inversión y
obtención de beneficios, así como de relaciones
laborales tanto autónomas como asalariadas subordinadas a fines mercantiles.
(subrayados RVL)
Veamos las condiciones que la definición
propone para poder señalar con claridad cuándo y dónde se puede decir que la
sociedad presenta un sistema capitalista de producción: a.- la existencia de un
régimen jurídico que garantice la propiedad privada, y especialmente sobre los
medios de producción; b.- la producción de realiza con el objetivo de obtener
beneficios monetarios, los mayores posibles; c.- debe existir un sistema social
en el que haya personas libres que se ofrecen en condición de asalariados.
Sigamos leyendo:
En el capitalismo, los
individuos, y/o empresas usualmente representadas por los mismos, llevan a cabo
la producción de bienes y servicios en forma privada y autónoma, dependiendo así de un mercado de consumo
para la obtención de recursos. El intercambio de los mismos se realiza libremente a través del comercio,
y por tanto la división del trabajo se
desarrolla en forma mercantil y los agentes económicos dependen de la búsqueda de beneficio. A su vez, los precios se forman mayoritariamente en un
mercado libre que depende de las interacciones entre una oferta y una demanda dadas por las elecciones de productores y
consumidores. (subrayados RVL)
Las relaciones sociales están condicionadas
por las definiciones que el mercado va ocasionando dentro de la dinámica de la
oferta de todo bien vendible (incluida la mano de obra); adecuándose a las
características de la demanda. Todo ello enmarcado dentro del supuesto,
admitido y compartido, de que es necesario que cualquier tipo de actividad que
se desarrolle deba producir ganancias. Una vez que queda claro todo este
planteo cuidadoso se puede aventurar una definición:
Se denomina sociedad
capitalista a toda aquella sociedad política y jurídica originada sobre la base
de una organización racional del trabajo, del dinero y de la utilidad de los
recursos de producción, caracteres propios de este sistema económico. En el
orden capitalista, la sociedad está
formada por clases socioeconómicas. El nombre de sociedad capitalista se adopta comúnmente debido al hecho de que el capital como relación de producción se
convierte en un elemento
económicamente predominante. (subrayados RVL)
La definición que
he utilizado tiene una ventaja sobre algunas otras. Se define como capitalista
a toda sociedad que cumple con todos los requisitos detallados. Por lo cual es
posible definir claramente que su origen debe ser ubicado en la Inglaterra del
siglo XVIII y que la Revolución industrial fue una consecuencia del desarrollo
y de las necesidades que impuso ese capitalismo.
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