En la etapa
siguiente a la segunda posguerra, aparecieron inquietudes respecto a la finitud
del planeta en relación con demandas cada vez mayores de producción. Hasta la
categoría desarrollo económico,
cimiento de todos los proyectos planteados en los países subdesarrollados (préstese atención a este concepto) comenzó a ser
cuestionada, por partir del supuesto de la existencia de un camino, recorrido
por los ya desarrollados, para
superar su condición actual. Sin embargo, el supuesto oculta que el desarrollo
de los países que lograron su nivel económico actual ha colocado al borde de la
catástrofe la subsistencia de la vida.
A fines de los
sesenta el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) recibió del Club de
Roma, el pedido del comienzo de una investigación en torno a este problema. Esta institución había sido fundada en 1968
por un pequeño grupo de científicos y políticos, motivados por la preocupación de
«mejorar el futuro del mundo a largo plazo, de manera interdisciplinar y
holística».
El informe final, Los límites del crecimiento (en inglés The Limits to Growth) fue publicado en
1972, poco antes de la primera crisis
del petróleo. La autora principal del informe, en el que colaboraron 17
profesionales, fue Donella Meadows (1941-2001). Biofísica y científica
ambiental estadounidense, pionera especializada en dinámica de sistemas,
trabajaba en el MIT en 1972 y formaba
parte del equipo gestor del modelo computacional global World3 para el Club de Roma, y proveyó las bases del libro
mencionado. Dice Wikipedia:
El libro reportó un estudio
de tendencias globales a largo plazo en las áreas de población, economía y
medio ambiente. Dicho escrito ganó relevancia alrededor del mundo, y dio
comienzo a un debate acerca de los límites de la capacidad de nuestro planeta
para soportar la continua expansión económica del ser humano, un debate que
continúa actualmente.
Se puede resumir la
conclusión del informe de 1972 en estos términos:
Si el actual incremento de
la población mundial, la industrialización, la contaminación, la producción de
alimentos y la explotación de los recursos naturales se mantienen sin
variación, alcanzará los límites absolutos de crecimiento en la Tierra durante
los próximos cien años.
El informe se basa
en la simulación informática del programa World3, una proyección sobre los
datos actuales que recrea el crecimiento de la población, el crecimiento
económico y el incremento de la huella ecológica sobre la Tierra en los
próximos 100 años. La tesis principal del libro es que, «en un planeta
limitado, las dinámicas de crecimiento exponencial (población y producto per
cápita) no son sostenibles». Así, el planeta pone límites al crecimiento, como los recursos naturales no
renovables, la tierra cultivable finita y la capacidad del ecosistema para
absorber la polución, producto del quehacer humano, entre otros.
Basados en la
proyección que adelanta un cuadro posible, de continuar el modelo actual, los
autores exponen, como posible solución a este previsible colapso, el
«crecimiento cero» o «estado estacionario», la detención del ritmo de crecimiento
de la economía y de la población. De este modo, es posible que los recursos
naturales existentes (en aquella fecha, 1972) no sean dilapidados por un
crecimiento descontrolado. La hipótesis de prevención advertía la
vulnerabilidad del planeta hacia un futuro vivible para las generaciones
venideras.
La propuesta del Club de Roma no ha encontrado un eco
plausible. Hoy, a más de cuarenta años de la publicación del informe, los
avances conseguidos no son muchos. El artículo de Wikipedia reflexiona:
Es posible modificar las
tasas de desarrollo y alcanzar una condición de estabilidad ecológica,
sostenible, incluso a largo plazo. El estado de equilibrio global debería ser
diseñado de manera que las necesidades de cada persona sobre la T Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) Tierra
sean satisfechas, y que cada uno tenga iguales posibilidades de realizar su
propio potencial humano. El texto se convertiría en toda una referencia, a
finales de ese mismo año, cuando tomó forma la Declaración de Estocolmo, un acuerdo que nacía tras la Conferencia
de Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en esa ciudad en junio de
1972.
No hay comentarios:
Publicar un comentario