Una noticia que
publicó la Agencia brasileña Adital (Agencia de Información Fray Tito para
América Latina) el 28-7-12 merece una reflexión. Esta agencia de noticias
“nació para llevar la agenda social latinoamericana y caribeña a la media
internacional y quiere estimular un periodismo de cuño ético y social”, según
aparece en su página web, y subrayo esto por cómo se presenta una noticia
cuando la misión que se impone la Agencia es la que transcribo.
El contenido básico
de la noticia es que “McDonald's se va de Bolivia por desinterés del público y cierra
todos sus locales” lo cual contrasta con el exitismo que pregona esta empresa
que se dedica en todo el mundo a vender lo que denominan en su país de origen: comida chatarra, y se le llama así o comida basura por los pocos nutrientes
que aporta al organismo, sin tener en cuenta los estragos que produce. Además
el estilo que publicitan y pretenden instalar en los países en se ha asentado, 119
países alrededor del mundo donde atienden aproximadamente a 58 millones de
clientes al día, es parte del lavado de cerebro cultural. A lo largo de los
años se ha ido extendiendo hasta ser uno de los restaurantes con mayor
presencia en el mundo, convirtiéndose en un símbolo de Estados Unidos: la comida rápida, el capitalismo y la globalización.
Lo que encierra todo una definición más ideológica que culinaria.
La comida rápida ha
creado numerosos problemas, sobre todo con la sanidad, debido a que contiene
muchas grasas. Con el agravante que dirigen sus mensajes a los niños y
adolescentes lo cual ha producido en los EEUU serios problemas de obesidad
infantil.
La película Super
Size Me (2004), un casi documental dirigido y protagonizado por Morgan Spurlock
en el que el protagonista decide alimentarse únicamente con comida de los
restaurantes McDonald's durante un mes entero, ha reabierto un seria
controversia sobre la calidad nutritiva de la comida rápida en general y de
McDonald's en particular. La otra acusación pesa sobre su modelo de empresa y
se refiere a las condiciones laborales de los trabajadores de los restaurantes,
a menudo precarias. De hecho, el escritor, dramaturgo y artista visual
canadiense Douglas Coupland[1]
creó el término «McJob» («McTrabajo»), para definir un empleo con salarios
bajos, pocas posibilidades de promoción laboral, que requiere poca formación y
donde la actividad está fuertemente regulada a partir de la imposición de
conductas que denigran la dignidad de sus empleados.
Volvamos a la
noticia de Adital: «Después de 14 años de presencia en Bolivia, y a pesar de
haber intentado todas las campañas imaginables, la cadena gringa se vio
obligada a cerrar los ocho restaurantes que mantenía abiertos en las tres
principales ciudades del país: La Paz, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra. Se
trata del segundo país latinoamericano –el otro es Cuba- que no tendrá
McDonald´s y el primer país en el mundo donde la empresa cierra por tener sus
números en rojo durante más de una década. El impacto para los creativos y
jefes de marketing, que no acaban de superar su frustración, ha sido de tal
potencia que grabaron un documental titulado “¿Por qué quebró McDonald´s en
Bolivia?”, donde intentan explicar de algún modo las razones que llevaron a los
bolivianos a seguir prefiriendo las ricas empanadas a las frías hamburguesas».
Rechazo cultural
El documental
incluye reportajes a cocineros, sociólogos, nutricionistas, educadores, historiadores
etc., donde se intenta demostrar, a partir de una coincidencia general, que: «el
rechazo no es a las hamburguesas ni a su gusto, el rechazo está en la
mentalidad de los bolivianos. Todo indica que el concepto ‘fast-food’ es,
literalmente, la antítesis de la concepción que un boliviano tiene de cómo debe
prepararse una comida. En Bolivia, aun se conserva el concepto de la cultura
gastronómica tradicional, en donde el rito de la comida empieza desde decidir
que se va a comer, ir al mercado a comprar los ingredientes, convivir mientras
se preparan los alimentos, la forma en que se presentan y la manera en que se
sirven. La comida para ser buena requiere, además de gusto, esmero e higiene, y
sazón que se adquiere con mucho tiempo de preparación. Así es como evalúa un
consumidor la calidad de lo que se lleva al estómago».
No debe pasarse por
alto el tono irónico con que se describen las costumbres de ese pueblo; como si
esa lista de exigencias fuera anormal. Esto se debe a que la primera quiebra de
McDonald´s en el mundo representó un trauma para los estadounidenses
especializados en marketing y significa un golpe al capitalismo mercantilista
comercial. «La comida rápida, no es para los gabachos[2]»
comentaron.
En una decisión con
rasgos evidentemente mediáticos, pero que no por ello es menos admirable, «Coca
Cola será expulsada de Bolivia a partir del próximo 21 de diciembre de 2012. De
acuerdo con el ministro de Exteriores boliviano, David Choquehuanca, esta
determinación estará en sintonía con el "fin” del calendario maya, y será
parte de los festejos para celebrar el fin del capitalismo y el comienzo de
"la cultura de la vida”. La fiesta se llevara a cabo el día del solsticio
de verano (en el hemisferio sur) en la Isla del Sol, ubicada en el lago
Titicaca».
Debe recordarse que
la Coca Cola tiene una trayectoria mundial muy similar y «contiene diversas
sustancias que han probado ser perjudiciales para el cuerpo, y cuyo consumo
periódico se asocia incluso a infartos cardiacos y derrames cerebrales».
Es una buena excusa
para que meditemos en los aspectos que han aparecido: comida y bebidas que
perjudican la salud, introducidas mediante campañas publicitarias engañosas por
empresas que no respetan el trabajo de sus empleados. Los hermanos bolivianos
nos están llamando a liberarnos de estos males.
[1] Es conocido principalmente por su novela de 1991 Generación X, que popularizó ese término. Gran parte de los
trabajos de este autor exploran los cambios culturales inesperados creados por
el impacto de las nuevas tecnologías en la clase media de la cultura
norteamericana. Algunos temas constantes en su obra se refieren al conflicto
con los valores religiosos, familias disfuncionales, actitudes irónicas ante la
saturación de los medios de comunicación y cierta fascinación por la cultura popular
y los medios de comunicación de masas.
[2] “Gavach” en occitano quiere decir “montañés”, pero por analogía acabó
significando algo así como “rústico”, “pueblerino”, “persona con poca
formación”, etc., una forma como otra cualquiera de llamar “paleto, cateto,
palurdo”.
1 comentario:
es completamente raro que se vaya de Bolivia por desinterés de las personas. en ningún lugar del mundo paso eso.
yo voy seguido al de mcdonalds en santa fe porque vivo ahí pero visité muchos en distintos países y siempre están llenos
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