Como sucede tantas
veces con lo que es noticia, hemos
estado escuchando y viendo una serie de declaraciones sobre algunos dichos escandalosos de Jaime Rolando Durán
Barba (1947), un publicista, consultor de imagen y asesor político ecuatoriano.
He consultado a Wikipedia para los
datos transcriptos a continuación.
Entre 1998 y 2000,
fue Secretario de la Administración Pública del Ecuador, durante la presidencia
de Jamil Mahuad, quien fue derrocado luego de dolarizar la economía en un
proceso con algunas similitudes con nuestro 2001. En su carácter de jefe de la
campaña de la Democracia Popular, propició la designación como diputado de
Ronald Andrade, un íntimo amigo suyo que resultó diputado, sin haberse
presentado en elección alguna. Poco
después, Andrade fue acusado de enriquecimiento ilícito y narcotráfico, pues
formaba parte de la banda de Oscar Caranqui, por lo que está prófugo de la
justicia del Ecuador.
En 2006, trabajó en
la campaña que llevó a la presidencia de México a Felipe Calderón Hinojosa, y
en las del empresario Álvaro Noboa[1]
(1950) que se postuló varias veces para presidente del Ecuador. Desde 2005,
cobró notoriedad en nuestro medio al manejar las sucesivas campañas del
dirigente del PRO, Mauricio Macri, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires.
Durán Barba afirma
tener cuatro títulos de grado: doctor en Derecho, maestría en Sociología,
licenciatura en Filosofía Escolástica y doctor en Historia. Consultados
los registros de la Secretaría de
Ciencia y Tecnología del Ecuador por Wikipedia,
se le ha comprobado únicamente una licenciatura en Ciencias Políticas, obtenida
en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Estos antecedentes
permiten colocar en contexto a este especialista
en publicidad política. Partiendo de esa especialización, la que ejerce con
un sesgo eminentemente técnico, se puede comprender mejor lo afirmado sobre
Adolf Hitler. Su análisis de este terrible personaje histórico está restringido
a su interés profesional, respecto de los modos publicitarios mediante los
cuales accedió al poder de Alemania, en una circunstancia histórica muy
conocida. No contiene el menor juicio ético sobre la conducta del jefe nazi, no
interesa a sus objetivos. Es un técnico que estudia los instrumentos de
manipulación de la conciencia colectiva, para detectar cuáles son los más
eficaces. Su mente funciona como la de un mecánico ante una máquina, su
preocupación se restringe a un tema de funcionamiento para su mayor eficacia y
productividad. No hay lugar para consideraciones morales. En un breve artículo
publicado en 1965, El hombre no es una
cosa, Erich Fromm estudiaba la aparición de estas especialidades dentro de
las Ciencias Sociales, a las que denunciaba como prostitución profesional. El
profesor Noam Chomsky, del MIT, ha estudiado este tema con especial detenimiento[2].
Intento plantear, a
partir de las declaraciones del publicista, lo siguiente: todo esto será sólo
una simple anécdota, a partir de la trascendencia de las declaraciones del
publicista. Esa simple anécdota en poco tiempo se desvanecerá, tal como gran
parte de este tipo de informaciones. Es la mecánica de la noticia en el tratamiento de los grandes medios concentrados que
imponen esa modalidad: el manejo de lo efímero. Se podría enumerar una muy
larga lista de ellas, de gran impacto, que no duraron más de dos o tres días.
De lo que me permito sospechar es sobre ese tipo de declaraciones, como parte
de una campaña de promoción de sus habilidades para ese público restringido que
es el abanico de sus posibles clientes.
[1] Reconocido empresario ecuatoriano, el hombre más acaudalado del
Ecuador y el mayor deudor de impuestos (sentenciado) del país, ha estado
frecuentemente vinculado con la política. Ha fracasado consecutivamente en
todos sus intentos por ser electo presidente de la República.
[2] Sugiero la consulta de mi trabajo El
control de la opinión pública en la página www.ricardovicentelopez.com.ar
.
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